Soy un fantasma

Soy un fantasma que emerge de entre la niebla matinal para mezclarse con las sombras. Sombras sin definir que cada mañana atraviesan la ciudad para ir a trabajar. Figuras teñidas de gris por la niebla, el frío y la tenue luz del alba.

La niebla es mi disfraz; el frio, mi respiración; el sol, mi verdugo. Detente un solo segundo y sentirás mi abrazo, la caricia de un otoño tardío en todo su esplendor.

Soy quien te produce escalofríos. El aire que se cuela entre tus ropas y te estremece, soy el último suspiro del vagabundo que duerme bajo el quiosco de música.

Soy un fantasma, la musa del poeta taciturno, el latigazo de los paseantes mañaneros, una hostil bienvenida a un nuevo día.

Y cuando llegue la primavera, ya nadie me echará de menos.