¿Para qué (más) sirve un iPhone?

Todos conocemos, aunque sea a grandes rasgos, las múltiples virtudes del iPhone. Pero más allá de sus potentes e increíbles aplicaciones (y lo de hacer llamadas, que no se nos olvide), el iPhone tiene otros usos que no han sido muy explotados aún y que hacen de él un terminal para todo. De modo que, ¿para que más sirve un iPhone?

Recordar cosas

Los post-it de toda la vida, con su inconfundible papel amarillo y su tira de pegamento en la parte de atrás, migran al iPhone, en su versión más tradicional y clásica; la de toda la vida, vaya. Si, vale, hay millones de aplicaciones que hacen lo mismo, pero ¿se pueden tocar? ¿Se pueden sentir entre los dedos? ¿Se pueden usar mientras hablas por tu iPhone? ¿Las puedes ver si la pantalla esta en reposo? No. Pues eso. Sólo dos puntos débiles: Uno, se acaban por caer. Dos: no pita para avisarte y recordarte las cosas; pero bueno, si usas mucho el iPhone entre tus manos o lo tienes en la mesa, créeme que no te olvidarás.

Calzar sillas o mesas cojas

Un clásico, sin duda. En toda oficina o casa hay alguna mesa o silla coja, nunca falla. Si tienes un iPhone, te habrás convertido en el héroe del lugar y comer sopa dejará de ser una actividad de riesgo.

Espejo

Es el primer uso que se le asigna nada mas sacarlo de la caja. En su brillante e inmaculado cristal (cualidad que solo dura hasta que le pones las manos encima) se reflejan hasta las malas intenciones de uno. Pintarse los labios, colocarse las lentillas o interceptar la partícula que se te ha metido en el ojo nunca ha sido tan fácil y cómodo como desde que tienes un iPhone.

Cascanueces

Es época de nueces, los nogales están a rebosar. Si eres de los que les gusta pasear por el campo y suelen recoger los frutos que la madre naturaleza nos regala, entonces el iPhone es tu mejor aliado. Coge una nuez, avellana o almendra, ponla sobre una superficie y, sujetándola con dos dedos, golpéala con fuerza con el canto de tu iPhone (la esquina donde están los botones del volumen es la mejor). Te ahorraras mucho dinero en dentistas.

Posavasos

Da mucha rabia dejar un cerco o de agua en la mesa donde antes estuvo tu bebida. Si estás trabajando, te mojas las mangas, los papeles se quedan pegados y se estropean, y al final todo queda hecho un cristo. Y si encima la substancia líquida en cuestión no es incolora, peor todavía. Si no tienes cartón u otro tipo de elemento sugerente para salvarte de engorroso añadido de tomarte una bebida en tu puesto de trabajo, tu iPhone es la opción ideal. Cuando termines solo tienes que frotarlo contra tu camiseta o jersey (o el de algún compañero que te caiga mal) para secarlo y volver a guardarlo. Podrás seguir trabajando cómodamente.

Hacer rayas de cocaína

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Si sales de marcha y te quieres colocar, ya no tendrás que devanarte los sesos (los pocos que te quedan, vaya) buscando una superfice adecuada donde alinear los polvitos blancos. El iPhone tiene la largura perfecta y el ancho ideal para compartir tu mierda con otros dos amigos más. Eso sí, si coincide que alguien te llama y el cacharro se pone a vibrar, adiós jugada vuelta empezar.

* Lo de la foto no es cocaína, es harina. Y lo siento si las rayas no son decentes; afortunadamente, no tengo práctica en estas cosas.

Hacer rayas rectas

Y por ultimo, otro tipo de rayas. El iPhone es un polígono con cuatro lados perfectamente rectos, sin arquéos. Su superficie es totalmente plana, lo que le aporta gran estabilidad. Por eso, resulta muy útil para dibujar rayas rectas, perpendiculares o paralelas (con mas o menos acierto) sobre el papel. Poco más hay que decir sobre esta opción.

Y lo mejor de todo: ¡no necesitas que tu iPhone esté encendido porque no consumen nada de batería!