Carta de amor
Lo amo porque ha estado a mi lado desde mucho antes de que yo lo conociera, porque nunca me ha abandonado, pese a que en ocasiones me traiciona y se toma un respiro. Sí, es cierto que a veces me deja en ridículo y me hace sentir un poco estúpida, pero otras veces me hace sentir poderosa y feliz.
Lo amo porque es lo más valioso que tengo, porque es el guardián de mis sueños, fantasías, deseos, frustraciones y miedos. Porque es el único a quien puedo confiarle mis secretos más íntimos e inconfesables. Porque él me hace ser como soy.
Lo amo porque sin él, yo no soy nada. Sé que si lo descuido, puedo acabar hundida en la más horrible de las miserias, por eso trato de darle todas las atenciones que se merece: lo mimo, lo ejercito, no permito que esté parado, lo educo, lo enriquezco, procuro que esté en buenas compañías, etc. Aunque en ocasiones no puedo evitar maltratarlo por culpa de descuidos o la simple presión social, procuro cuidarlo lo mejor posible porque quiero que esté a mi lado hasta el fin de mis días.
Lo amo porque gracias a sus defectos, fallos e imperfecciones irreversibles, puedo valóralo más y aprender de sus errores para mejorar; porque pese a ello, siempre me anima a no tirar la toalla y a luchar contra el viento de frente.
Lo amo pese a que nunca jamás llegaré a conocerlo en profundidad ni seré capaz de explotar todo su increíble potencial.
Lo amo a pesar de que soy consciente de que algún día me fallará, se distanciará y ya no podré contar con él. Pero hasta que ese día llegue, lo amaré, lo cuidaré y le agradeceré todo lo que hace por mí.
Amo a mi cerebro.
Andriu
26 julio, 2011 @ 22:31
Eh! Pues Woody Allen decía que era el órgano más sobrevalorado…
Noemi
26 julio, 2011 @ 22:33
No creo que ese sea el órgano más sobrevalorado, hay otros 😉
Manrique
27 julio, 2011 @ 0:35
Que potito !!! Por cierto el blog se ve de lujo en Ipad
Carta de amor
27 julio, 2011 @ 13:56
[…] Carta de amor noemirivera.com/2011/07/carta-de-amor/ por InigoManrique hace 2 segundos […]
jon
28 julio, 2011 @ 10:21
Tu propio cerebro te hace pensar que amas a tu cerebro. Es como una cinta de moebius amorosa