Do it yourself

Do it yourself

Es domingo. Abro mi armario para hacer inventario y descubo que tengo tres pares de pantalones casi idénticos. Por otro lado, me doy cuenta de que no tengo pantalones cortos, o los que tengo muestran claros signos de haber vivido tiempos más gloriosos.

Conclusión: reciclar. Haciendo uso de la buena mañana que tengo para todo lo que sea crear con las manos y la cabeza (¡no sólo iba a haber heredado la miopía, la mala hostia, la falta de paciencia y la escasez de melanina!), me he puesto manos a la obra para remodelar mis viejos pantalones y darles una nueva vida.

El resultado no ha sido nada malo, pero lo que más me satisface no es el hecho de que tengo pantalones nuevos a coste cero, sino que los he hecho yo misma, con mis manos y el sudor de mi frente.

¡Qué bueno es sentirse autosuficiente!