El emparejamiento ayer y hoy
Ayer, la única manera de validar un emparejamiento y demostrar amor y lealtad a la pareja era el matrimonio. El matrimonio significaba unión para toda la vida y compartir techo y lecho. Hoy, el matrimonio ya no tiene sentido.
Hoy, no es necesario pasar por el altar para comenzar una relación. La gente ya no se casa para estar unida, pues lo está desde el primer momento en el que comienzan su relación. El sexo ya no es exclusivo del matrimonio, tiene lugar mucho antes.
Hoy, la mejor manera de mostrar lealtad, amor y continuidad a tu pareja es firmar una hipoteca a 35 años más euribor al 0,60% de interés y compartir los momentos de penuria que el banco nos hace pasar para llegar a fin de mes. Ese es el auténtico emparejamiento de hoy en día. Ahí es donde se demuestra el amor y el compromiso para toda la vida (o al menos, hasta que termine la hipoteca).